domingo, 25 de septiembre de 2011

Thank you Africa!

Me quedan escasas 48 horas para irme y ya me siento mas en Madrid que aquí en Uganda. Es una extraña sensación que va unida a algo de melancolía por tantos momentos, buenos y no tan buenos, vividos aquí que siempre recordaré.
Para empezar por ser mi primera compañía aérea y con la ilusión que eso conlleva, todo el que empieza a volar puede saberlo de buena mano. Es una etapa de aprendizaje, emoción y adrenalina que nunca olvidaremos.
Por otro lado por haberme tocado Uganda, África a fin de cuentas como destino. Destino que en un principio me puso los pelos como escarpias pero que a decir verdad, mi intuición acertó ya que al decir Entebbe como uno de los posibles destinos cuando hacia el curso de formación yo sabia que me iba a tocar. No sabía ni a que país pertenecía, luego ya me entere que a Uganda, pero yo sabia que me tocaría. Y los pronósticos no apuntaban a ello.
Me siento orgulloso de las experiencias aquí vividas, de la gente que he conocido tanto de la compañía como de aquí de África. Incluso de las experiencias negativas ya que siempre nos hacen aprender y crecer como personas y creo que es importante no olvidarlas nunca.
Ha sido un periodo magnífico. Creo que aunque a ellos les queda mucho por evolucionar y crecer, nosotros tenemos mucho también que aprender de ellos en muchos sentidos. Que son increíbles los sentimientos y las vivencias con los niños del Malayaka, y con gente que quiero destacar por que han sido importantes para mi aquí como lo ha sido Dilia,  Laura,  Jaime, Los Héctores (The big one and the small one :P) Luis y David, Jesús y Alvaro, Oscar, Juanpe, Gerardo, Isra, Marta, Lola ( Mi puppy!!) Miguel y un largo etcétera. A todos vosotros muchisimas gracias por haberme ayudado a crecer como profesional y como persona. Ha sido un verdadero placer trabajar a vuestro lado en el caso de algunos y estar al lado de los demás compartiendo experiencias.

Espero volver a encontrarnos en Juba, en España o donde sea. Mis mejores deseos para todos.
Por todo ello y por mil cosas grabadas en mi retina imposibles de describir excepto con unas ganas tremendas de emocionarme que tengo ahora, GRACIAS!
THANK YOU AFRICA!!





martes, 20 de septiembre de 2011

Algo más que servir refrescos.

Pues sí, tal y como el encabezado bien dice; esa es nuestra función a bordo. Función que tenemos los T.C.P. (Tripulantes de cabina de pasajeros) que es la forma adecuada de referirse a nosotros en lugar de usar viejos términos como los ya clásicos "azafata/o, esta última incorrecta al referirse a chicos, aeromozo/a entre otros,

Antes de meterme en contaros en detalle me gustaría decir que he estado muy desconectado del blog por que hemos estado sin volar unos cuantos días. Días en los que además mi madre como sabéis ha venido a visitarme y días en los que he aprovechado al máximo el tiempo para conocer mas Uganda, sus costumbres y sus gentes.

Y ayer volvíamos a volar por segunda vez después de este parón temporal. Fue una línea que solemos hacer dos veces por semana. La línea del Congo en la que unimos Entebbe con su capital, Kinshasa, haciendo escala en otra gran ciudad, Kisangani. Después pernoctamos allí y volvemos haciendo lo mismo a la mañana siguiente.
Me gusto volver a volar y a verme las caras con los pasajeros que hasta me parecían mas simpáticos que nunca debido al poco estress que acumulaba hasta ayer. Y todo iba fenomenal y acabó fenomenal si destacar muchos incidentes excepto uno que no fue de gravedad pero que me hizo reflexionar en mi trabajo y en mi función a bordo de un avión. Una función que no es que no supiese o valorase. Sino de la que por suerte no tomamos conciencia hasta que las cosas se ponen serias. Es por lo que siempre digo a los que se meten con nuestro trabajo, que ya me gustaría a mi pasarme poniendo cocacolas el resto de mi vida laboral y no verme envuelto en ninguna evacuación de emergencia o incidente.

No solo nosotros mismos a veces no somos conscientes de nuestra función según mi punto de vista, sino que sobretodo es el pasajero el que tiene la errónea idea de que estamos a bordo para repartir almohadas y servir comida y cocacolas. Y ese es el gran error. Eso se da por añadidura y cuando se puede además que no es siempre.
El despegue fue bien, llevábamos unos 70 pasajeros a los cuales cuando el comandante quito señal de cinturones nos pusimos a dar el servicio. Después de dar el servicio y recoger a penas me sobraba tiempo para hacer nada mas antes del descenso puesto que el tiempo de vuelo era escasamente de hora y media.
Después de aquello y como es procedimiento, desde cabina de vuelo encienden luz de cinturones indicándonos ya aproximación final y la señal de que tenemos que asegurar la cabina para el aterrizaje.

Nos paseamos revisando cinturones, respaldos y ventanillas para ante la señal de salida del tren de aterrizaje sentarnos en nuestras posiciones listos para tomar tierra. En este caso yo iba en una posición en la que puedo ver por la ventanilla parcialmente el exterior, cosa que en depende que modelos de avión y en que puestos no siempre es posible. Y el tren de aterrizaje se despliega pero algo extraño sucede ya que escucho como vuelve a retraerse. Vuelvo a escuchar como lo bajan por segunda vez y entonces ya me doy cuenta de que algo anormal sucede. La velocidad empieza a aumentar a poca altura del suelo y nos mantenemos sin tocar pista para luego volver a ascender.
Este último punto no es grave ni me preocupa puesto que aunque no sea una de mis competencias, estoy muy puesto en el tema y se que un " Go around" es un procedimiento no normal pero relativamente frecuente que consiste en eso precisamente, en no aterrizar y volver a ascender ante alguna contingencia, orden de la torre de control por un avión precedente etc... Lo que si me preocupaba era la causa de que estuviéramos haciendo un Go around.

Después de unos segundos el sobrecargo me llama por el Interfono y me comenta algo que yo ya sospechaba por mi mismo, había un problema en el tren de aterrizaje delantero y no había salido. En estos casos obviamente no se aterriza y se hace una pasada por el aeropuerto para que los controladores desde la torre vean el avión de cerca en la pasada y te digan si el tren esta o no desplegado, ya que puede ser que la luz que indica si se ha desplegado o no este fundida o mil cosas más.
Al final el tren si que se había desplegado y todo era un fallo como digo en este caso, de una luz que se fundió, y aunque hay otros métodos para saber si el tren esta abajo o no, los pilotos prefirieron asegurarse.

Mi reflexión de todo esto es como el pensamiento de que nunca te va a tocar a ti nada anormal por decirlo así es completamente aleatorio. A parte de esto confieso que como persona de carne y hueso como cualquier otra que soy y aun sabiendo la no especial ni mucha gravedad del incidente, se me pusieron durante 10 segundos los cojones
Y también me siento orgulloso de tener unos compañeros como los que tengo, un sobrecargo tan estoico que supo transmitirme lo que pasaba con gran calma y cercanía haciendo que yo mismo me tranquilizara, y por supuesto, orgulloso de los pedazo de pilotos que nos guían cada día por las nubes mientras servimos, y espero que siga siendo siempre así, cocacolas y café a los pasajeros.

Buenas tardes a todos!

jueves, 8 de septiembre de 2011

Zanzibar, costa turquesa

Muy buenos días a todos después de un tiempo sin escribir. El motivo es que ha venido mi madre a visitarme unos días desde España y aparte de estar visitando sitios de interés aquí en Uganda hemos ido también a vistar Zanzibar.
Para el que no lo conozca ni siquiera de oídas, es una isla de unos 100 km de largo situada en el índico a escasas millas de Dar es Salaam, la capital de Tanzania a dónde Zanzibar también pertenece.
Es un destino muy codiciado y turístico como lo puede ser Seychelles o Mauricio.
Una isla de mayoria musulmana con paisajes verdes espectaculares, carreteras más o menos en buen estado y unas playas increíbles. Que nada tienen que envidiar y que incluso superan a las del Caribe.
Allí nos alojamos 3 noches en un resort espectacular a orillas del mar. Disfrutamos de platos locales y animación; canciones típicas en swahili y espectáculos de los Masai, la famosa tribu de Kenya.
También tuvimos ocasión de ir al Norte a visitar Nungwi, un pueblo pequeño y pesquero con una playa muy chula y con sitios donde pescar y comer.
El último día y después del madrugón que nos dimos para llegar a coger el vuelo a tiempo y devolver el 4x4 que nos habíamos alquilado, nos cancelaron el vuelo. Lo que nos motivó a esperar 12 horas hasta el siguiente con conexión por Kenya para llegar de nuevo a Uganda. Pero no hay problema. Tiempo que aprovechamos para ver Zanzibar town o Stone town, la capital de la isla con su estilo árabe y su bella arquitectura.
Y eso no fue todo, cogimos una barquita que tras 30 minutos de travesía nos llevo a una isla muy pequeña situada enfrente de zanzibar donde habitan unos galápagos gigantes. De hasta 180 años de edad que comían de nuestra mano y se dejaba acariciar. Mas baño en la playa y corriendo de vuelta a coger el avión para regresar a casa. Sin duda fueron 4 días intensos que nos dejaron con ganas de más. Habrá que repetir
Os adjunto unas fotillos de allí.