lunes, 25 de julio de 2011

Guerra en Darfur

Buenos días por la mañana. Acabo de levantarme y he dormido casi once horitas.
Hoy nos vamos al Congo haciendo una escala en Kisangani, dormimos allí y por la mañana regresamos a Entebbe y a librar se ha dicho.
No he escrito estos días porque he estado muy liado y hemos volado mucho, hemos tenido algún retraso y estaba muerto. La verdad han sido días intensos a la par que duros.
Anteayer nos toco, como nos toca todas las semanas, la linea Uganda - Sudán; que consiste en salir de Entebbe con destino a Jartum haciendo una escala en Al Fasher por el camino, un pueblo que esta en la región de Darfur, la zona azotada por los conflictos y la guerrila donde están todas las revueltas por el conflicto sudanés. Después de Jartum hacemos lo mismo, volvemos a pasar por Al Fasher de vuelta, y de ahí a casa.
Pues en esta ocasión, el vuelo fue un tanto intenso y duro, donde pude aprender mucho de procedimientos de emergencia médica pero a la vez ver la cruda realidad de estos conflictos.
Nos avisan de que viene un herido en camilla. No hay problema. Los asientos de la parte de atrás del avión se abaten y se pliegan e instalamos una camilla. Nos dicen que el herido esta listo para embarcar y abro la puerta. Llegan 4 médicos con un chico con un drenaje, suero, monitor del corazón y oxigeno, y un gran vendaje en el brazo. Nos comentan que es un soldado de misión de mantenimiento de paz, que ha sido tiroteado en Darfur y que esta grave, necesitan llevarlo al hospital de Jartum.
Nos dejan un medico con él a bordo para vigilarlo durante el viaje. El chico se retuerce de dolor y va perdiendo más y más sangre según avanzamos hacia Jartum. Llegados un punto, el paramédico que lo acompaña me pide oxígeno, así que aplico el procedimiento y saco una botella y se lo facilito.
Los dolores del chico son insoportables, tiene la herida abierta, la bala dentro del pecho y lleva 8 horas así. El médico nos pide un fármaco muy fuerte para el dolor, así que abrimos el botiquín especial médico y el especialista se lo pone, sin alcohol, sin quitarle ni el pantalón, a lo vivo.
Al final de esta historia el chico ha sobrevivo aunque esta grave según leí en la pagina web de las naciones unidas. Así que podemos estar orgullosos de nuestra labor que no solo consiste en mover gente de un sitio a otro.
Sin más tardar y sin foto me despido, que tengo que firmar en una hora para irme al Congo.
Un abrazo.

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