Muy buenas noches a todos! Estos dos días libres los he pasado descansando. Uno de relax total, y otro haciendo una barbacoa en casita con los compis y unas voluntarias del Malaika House del que os hable en mi último post.
Ahora me pongo a escribir un poco después de una larga jornada de trabajo. Yo creo que la mas larga hasta ahora. Nada mas y nada menos que 14 horitas de curro por los aires. Y es que en esta profesión sabes cuando firmas pero nunca cuando pones calzos y te vas a casa. Los reglamentos son los que dictan cuanto puedes trabajar y cuanto tienes que descansar después de cada ciclo de trabajo en función del tiempo trabajado. Y se intenta cumplir, cuando se puede y cuando no estas en África claro.
Mi despertador sonaba a las 5 de la mañana. Teníamos que salir de casa a las 6 para estar despegando a las 7 y poco rumbo a El Fasher y después a Jartum. (Sudán) Y después vuelta por el mismo sitio.
En principio son dos horas a El Fasher, una a Jartum, y lo mismo para volver; eso si, con una escala de 1 hora en cada destino.
Todo funciona bien hasta que te das cuenta que estas en medio del desierto y en África. Que cualquier parecido en los aeropuertos, pistas, terminales... con respecto a Europa es pura coincidencia. Y cuando una escala de 1 hora se convierte en 2. las 7 horas se hacen 14.
El pasaje de hoy poco especial, obediente en general. Y a esto puntualizo que como rara vez vamos completos, hay que sentarles de manera especifica por el peso y no siempre es fácil...
Hoy comenzaba el ramadán. Así que en principio poco servicio a bordo íbamos a dar. Por esa parte fácil.
A medida que fue avanzando nos metimos en una tormentilla y el avión se empezó a mover. Nada anormal.
Hasta que de pronto atravesamos una de esas turbulencias que creo que pocas veces he cogido, y que me ha levantado el culo del asiento por 3 segundos. Mi reacción ha sido una carcajada. Cuando retiro la cortina y miro a pasajera de la primera fila, su cara era un poema. Lejos de reirse me perdonaba la vida con la mirada por haberlo hecho yo, y todos los demás pasajeros iban bien agarrados a su asiento con cara de susto.
Después de algún meneo más poníamos punto y final a este día que ha sido agotador. Mañana menos y mejor. Ponemos rumbo al Congo y pernoctamos allí. Espero que no me pique ningún mosquito ya que está la cosa chunga. Tenemos 4 compañeros en Juba (Sudán) con malaria.
Esa es una de las pegas de África. Como puede serlo el que esta mañana me he duchado, vestido y afeitado a la luz de las velas. Puede sonar muy romantico pero la realidad es que la luz se fue ayer por la noche y aún no habia vuelto esta mañana.
Ahora os dejo y me voy a meter a la cama para no salirme de ella en nada mas y nada menos que 12 horitas!
Espero tener algo más interesante que contaros mañana.
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